El discjockey es la punta de la flecha de la energía musical que invade la sala, el personaje que gestiona la fuerza emocional que radiar, con un impacto melódico y psicológico sobre el público que hará desaparecer el tiempo, el cansancio y las preocupaciones. Consigue mezclar las mejores canciones del momento y contexto, añádele algunos fragmentos más y conseguirás una reacción de euforia en quien lo escuche. Por supuesto que a la cultura no se le escapa nadie, por eso la misma junto al contexto de desarrollo del dj afectará sobre los gustos musicales y su forma de hacer sobre la pista. Además de la influencia que hace la cultura sobre el DJ podríamos hablar de la cultura que ejerce él sobre el público, progresivamente transforma los gustos de quien le escucha, hace de explorador musical para su audiencia, el probador oficial de lo nuevo y vanguardia de lo experimental.
El DJ también tiene sus poderes y responsabilidades, ninguna canción, sonido o movimiento musical se alza sin que ellos hagan su aprobación final, cierto es que las bandas musicales mueven masas y consiguen millones de fans, pero si no fuera en parte gracias a la influencia que ejercen los discjockey al pinchar sus últimos temas, parte de esa fama obtenida desaparecería. La gran diferencia entre los músicos y bandas con los DJ es que, mientras que los primeros se encierran en el búnker que protege su mejor año y difícilmente lo abandonan, los discjockeys han de evolucionar constantemente. ¿Os imagináis que un discjockey actuara durante toda una temporada el mismo repertorio musical?, estaría más que desterrado, ¿verdad?, en cambio el público reclama a las bandas que pongan siempre sus temas favoritos sin caer en el aburrimiento. También en parte es debido a las políticas que ejercen las discográficas y los medios sobre las bandas, poder que no afecta sobre el discjockey, libre para pinchar lo que quiera.
El discjockey ha sido el mayor difusor y propagador de música en el último siglo, desde el comienzo del Rhythm and Blues y el Rock’n’Roll. El DJ ha robado los derechos de autor escogiendo pequeños fragmentos de toda la música habida y por haber sin que la ley pueda hacer nada para detenerlo, conspirando siempre contra el músico para relegar su actuación nocturna. Una vez establecido el Rock y el Pop en el mercado, los movimientos musicales nuevos han aparecido siempre acompañados del choque de vinilos o de la mezcla de sonidos sobre la marcha, en la mesa de mezclas del discjockey. Así el Garaje, Drum’n’Bass, House, Techno, Disco, Rap o Reggae, así como géneros más modernos como el Electro, Schranz, Progressive, Trance, Hip Hop, Dubstep, etc. se gestaron de la mano de los discjockeys para darse a conocer por el mundo. Éstos géneros musicales son la evolución natural que acompañan a la dinámica del DJ en su afán por mantener la intensidad y energía sobre la pista de baile, ante un público cada vez más difícil de satisfacer.
Actualmente los discjockeys han alcanzado su madurez al relevar a las bandas musicales en el mercado discográfico y de eventos. Ahora, además de convivir los álbumes tradicionales con las recopilaciones hechas por DJs, las recopilaciones han ganado un terreno gigantesco ante los álbumes, convirtiéndose en el referente de la música actual y de moda. Por tanto, el discjockey ha conseguido al fin la reputación y respeto que se merecía. Todo esto en comparación a sus inicios, donde recogía los vasos y servía en la barra además de actuar en la cabina, ahora se ha convertido en el personaje más rico que cualquiera en el club. Ahora los grandes DJs saben que pueden jugar con su público, al igual que ellos saben que les harán sentir emociones como si se trataran de su amante, se ha abierto la alfombra roja a los discjockeys, ofreciéndoles entrar en el loco mundo de la fama. Veremos que ocurre en unos años…