¿De dónde proviene la maestría del DJ?

Nadie sabe exactamente porqué un DJ se convierte en un gran DJ. Lo único que se aprecia a simple vista es el talento que posee y la pasión que emana en cada una de sus sesiones, al igual que ocurre con los grandes músicos, un sentido estético muy desarrollado, un amor inhumando hacia la música que además emana un aura de emoción que se contagia a los demás. Es necesaria la habilidad de identificar timbres y tonos, un gran sentido del ritmo, una memoria musical espléndida, así muchas más capacidades. La obsesión de los grandes DJ de enfocar el camino exclusivamente hacia esa vía les ayuda a conseguir más tiempo, experiencia y aprendizaje en la carrera del discjockey, dejando a un lado todo lo demás, a veces con preocupación (los hay que equiparan el hecho de buscar discos nuevos con el sexo).

Para cualquier DJ la necesidad de descubrir música nueva, desconocida y underground que luego comparte con su público allá donde vaya, es una experiencia reconfortante y orgásmica. Nunca es suficiente la música que poseas, que tu biblioteca ocupe todo tu salón, nunca será suficiente para esos apasionados que aunque ganen la lotería lo verán insuficiente, siempre habrá más música que escuchar o discos que te lleguen al corazón. Un gran DJ no busca la fama, ni el dinero ni el poder, simplemente hacen lo que más les gusta y con el tiempo por arte de magia se encuentran en las primeras clasificaciones de los discjockeys más populares y exitosos.

¿Por qué quieres ser DJ?

¿Qué es lo que realmente te llama más la atención cuando te planteas ser discjockey? ¿Realmente amas la música más que otra cosa? ¿O el propósito real es alcanzar la fama a cualquier precio? Es una pregunta retórica, pero has de plantearte sinceramente si quieres ejercer la profesión porque tu cuerpo te lo pide y no puedes vivir sin ello. Como cualquier profesión en esta vida, encuentras a personas que no tuvieron más remedio que formar parte de ella, las que lo hacen porque no encuentran otra cosa mejor y los que han vivido con y para ese propósito, principalmente la necesidad imperiosa de querer compartir las emociones y sentimientos que te transmite la música con los demás. Si ese Don sectario musical acabarás convirtiéndote en otro autómata pinchadiscos.

Los nuevos discjockeys que se unen al carro se piensan que con tener buena técnica y acceso a los temas más punteros o de moda ya tienen el oficio asegurado, ¡ni por asomo! Las motivaciones primigenias se olvidan con demasiada facilidad una vez ha pasado el tiempo, en cambio si son tus únicas motivaciones las tienes siempre presentes. Se han llegado a ver casos en foros de Internet donde un usuario preguntaba: “Quiero ser DJ, ¿qué tipo de música tengo que poner?” ¿Estamos locos? Otra agonía es la obsesión por las mezclas, ¡a mezclarlo todo se ha dicho! La mezcla recae principalmente en el estilo musical que pinches, no siempre es necesaria la mezcla constante entre temas según el estilo, lo importante es que fluya la sesión, no la técnica. La clave está en saber qué disco pinchar en el momento idóneo más que introducirlo con todo tipo de mezclas. Existen discjockeys de reputación internacional que no dominan la técnica de la mezcla a la perfección y se limitan a pinchar un disco tras otro, pero que saben perfectamente cual es el próximo tema a poner, dejando en un segundo plano la calidad de la mezcla, haciendo tan sorprendente la sesión que el público se olvida por un momento de la técnica o el descuadre si llega a darse el caso.

Si tu música aborrece o está mal escogida en el momento más inoportuno, ni la mejor técnica ni el mejor ritmo podrán salvar la sesión. La maestría por la mezcla debería enfocarse en el turntablismo y no en el dijing, optando a prestigiosos concursos de DMC. Cada cosa en su sitio, ya que, un discjockey no dura un minuto en un concurso de DMC ni tampoco un público aguanta más de una hora escuchando únicamente turntablism. Es cómo si un cocinero se centrara tanto en buscar los mejores utensilios e ingredientes que luego se olvidara de cocinar. Lo importante en el oficio es dar rienda suelta a la creatividad, crear tu propio estilo de mezcla, adecuado a tu ritmo y sesiones, además de aprender constantemente de los demás, como todo oficio. Cuando el DJ está realmente ante el público en la sala y comienza a interactuar con ellos a través de la música es cuando realmente comienza a acumular experiencia y creatividad, una labor de aprendizaje continuo durante toda la carrera del DJ.

¿Cómo ha evolucionado el oficio del DJ?

El discjockey es la punta de la flecha de la energía musical que invade la sala, el personaje que gestiona la fuerza emocional que radiar, con un impacto melódico y psicológico sobre el público que hará desaparecer el tiempo, el cansancio y las preocupaciones. Consigue mezclar las mejores canciones del momento y contexto, añádele algunos fragmentos más y conseguirás una reacción de euforia en quien lo escuche. Por supuesto que a la cultura no se le escapa nadie, por eso la misma junto al contexto de desarrollo del dj afectará sobre los gustos musicales y su forma de hacer sobre la pista. Además de la influencia que hace la cultura sobre el DJ podríamos hablar de la cultura que ejerce él sobre el público, progresivamente transforma los gustos de quien le escucha, hace de explorador musical para su audiencia, el probador oficial de lo nuevo y vanguardia de lo experimental.

El DJ también tiene sus poderes y responsabilidades, ninguna canción, sonido o movimiento musical se alza sin que ellos hagan su aprobación final, cierto es que las bandas musicales mueven masas y consiguen millones de fans, pero si no fuera en parte gracias a la influencia que ejercen los discjockey al pinchar sus últimos temas, parte de esa fama obtenida desaparecería. La gran diferencia entre los músicos y bandas con los DJ es que, mientras que los primeros se encierran en el búnker que protege su mejor año y difícilmente lo abandonan, los discjockeys han de evolucionar constantemente. ¿Os imagináis que un discjockey actuara durante toda una temporada el mismo repertorio musical?, estaría más que desterrado, ¿verdad?, en cambio el público reclama a las bandas que pongan siempre sus temas favoritos sin caer en el aburrimiento. También en parte es debido a las políticas que ejercen las discográficas y los medios sobre las bandas, poder que no afecta sobre el discjockey, libre para pinchar lo que quiera.

El discjockey ha sido el mayor difusor y propagador de música en el último siglo, desde el comienzo del Rhythm and Blues  y el Rock’n’Roll.  El DJ ha robado los derechos de autor escogiendo pequeños fragmentos de toda la música habida y por haber sin que la ley pueda hacer nada para detenerlo, conspirando siempre contra el músico para relegar su actuación nocturna. Una vez establecido el Rock y el Pop en el mercado, los movimientos musicales nuevos han aparecido siempre acompañados del choque de vinilos o de la mezcla de sonidos sobre la marcha, en la mesa de mezclas del discjockey. Así el Garaje, Drum’n’Bass, House, Techno, Disco, Rap o Reggae, así como géneros más modernos como el Electro, Schranz, Progressive, Trance, Hip Hop, Dubstep, etc. se gestaron de la mano de los discjockeys para darse a conocer por el mundo. Éstos géneros musicales son la evolución natural que acompañan a la dinámica del DJ en su afán por mantener la intensidad y energía sobre la pista de baile, ante un público cada vez más difícil de satisfacer.

Actualmente los discjockeys han alcanzado su madurez al relevar a las bandas musicales en el mercado discográfico y de eventos. Ahora, además de convivir los álbumes tradicionales con las recopilaciones hechas por DJs, las recopilaciones han ganado un terreno gigantesco ante los álbumes, convirtiéndose en el referente de la música actual y de moda. Por tanto, el discjockey ha conseguido al fin la reputación y respeto que se merecía. Todo esto en comparación a sus inicios, donde recogía los vasos y servía en la barra además de actuar en la cabina, ahora se ha convertido en el personaje más rico que cualquiera en el club. Ahora los grandes DJs saben que pueden jugar con su público, al igual que ellos saben que les harán sentir emociones como si se trataran de su amante, se ha abierto la alfombra roja a los discjockeys, ofreciéndoles entrar en el loco mundo de la fama. Veremos que ocurre en unos años…

Discjockey

Infografía: Un DJ en acción

Es interesante la inforgrafía donde nos muestran todos los equipos y etapas por las que pasa el discjockey en su actuación, además de diferenciar entre el profesional y el amateur.